La patada a la escalera, es una expresión utilizada en geopolítica para describir el o los procesos mediante los cuales los países una vez que logran cierto grado de desarrollo en algún área, tienden a poner trabas al resto de países para que los demás no pueda alcanzar dicho progreso.
“El estudio del desarrollo de las naciones requiere necesariamente incorporar los diversos planos de la realidad en una perspectiva histórica de largo plazo”. (Ferrer. 2.002:92).
Es justamente esa perspectiva histórica de largo plazo la que nos permite afirmar que las naciones más desarrolladas, aun las recién llegadas a ese estadio como es el caso de Corea del Sur, proponen como fórmula del éxito económico y social un camino totalmente distinto al que ellas transitaron.
La patada a la escalera en este caso es una “falsificación de la historia” que oculta el camino real que recorrieron las naciones hoy desarrolladas para construir su poder nacional y alcanzar su actual estado de bienestar y desarrollo.
Todas las naciones desarrolladas llegaron a serlo renegando de algunos de los principios básicos del liberalismo económico, en especial de la aplicación del “Libre Comercio”, es decir, aplicando un fuerte proteccionismo económico, pero hoy aconsejan a los países en vías de desarrollo o subdesarrollados la aplicación estricta de una política económica ultraliberal y de libre comercio como camino del éxito.
El estudio de esos exitosos procesos de desarrollo permite afirmar que todos ellos tuvieron dos características básicas en común.
En todos los casos se verifica lo siguiente.
- Una vigorosa contestación al dominante pensamiento librecambista, identificándolo como ideología de dominación, hecho que los llevó a adoptar, cuando la relación de fuerza les fue favorable, una adecuada política de protección del mercado doméstico.
- Un adecuado impulso estatal al proceso de desarrollo a través de subsidios, cubiertos o encubiertos, a la industria incipiente y a las actividades científico-tecnológicas.
Como lo explica Marcelo Gullo en su libro INSUBORDINACIÓN Y DESARROLLO: LAS CLAVES DEL ÉXITO Y EL FRACASO DE LAS NACIONES. https://amzn.to/3BZYwyb . Todos los procesos de desarrollo exitoso fueron el resultado de una insubordinación fundante, es decir, de una conveniente conjugación entre una actitud de insubordinación ideológica para con el pensamiento dominante y de un eficaz impulso estatal que provoca la reacción en cadena de todos los recursos que se encuentran en potencia en el territorio del Estado.
Además, es importante destacar que, en mayor o en menor medida, todos los países desarrollados -comenzando por Estados Unidos- una vez que lograron entrar al exclusivo club de países industrializados (es decir, a la estructura hegemónica del poder mundial), se convirtieron en fervientes propagandistas de los beneficios del libre comercio y de la NO intervención del Estado en la economía.
¿O sea, apoyamos la intervención del Estado en lugar de la Libre empresa?
La respuesta no es tan categórica ni sencilla como parece.
Los subsidios del Estado deben ser vistos como los “pañales”, hay una edad para utilizarlos.
Todos nosotros hemos usados pañales y en los años venideros, es probable que los volvamos a usar en el futuro si llegamos a vivir el tiempo suficiente para que nuestros esfínteres y/o el control de estos fallen.
Desde que nacemos hasta ya casi convertirnos en prescolares 2-3 años de vida aproximadamente, todos necesitamos de pañales debido a que no controlamos nuestros esfínteres, no poseemos la consciencia de reconocer cuando queremos o necesitamos ir al baño.
Así mismo, las empresas nuevas, la industrialización temprana de un área del desarrollo de un país, es necesario el apoyo de las subvenciones y del Estado teniendo preclara la idea que esa industria se volverá parte estratégica en el desarrollo de la Nación.
En contraste, cuando un sector fabril ya está envejecido, pero que sigue formando parte de la “estructura” de la nación, pero debido al avance tecnológico mundial, al desarrollo de otros sectores del país, haciendo que pase a segundo plano esta manufactura ya “envejecida”, entonces, se debe nuevamente apoyar a esta industria al igual que lo hacemos con nuestros ancianos, necesitan nuevamente el uso de “pañales” y los cuidados de un tercero, porque dejar “morir” ese sector fabril anciano es un error geoestratégico, debido a que está tan metida en el funcionamiento de la nación, que se torna imposible prescindir de ella.
Ahora, en la etapa de juventud y adultez de cualquier sector empresarial, se le debe permitir que estas empresas se desarrollen de forma libre para que puedan crecer y dar todos los frutos al país que los alberga.
Un ejemplo de supuestos.
Supongamos que, en Venezuela, en lugar de haber tenido una manga de políticos ladrones y muertos de hambres, inútiles, ignorantes y vendedores de patria, hubiésemos tenido hombres probos y correctos.
Soñemos por un momento que nos hubieran gobernado personajes como Reny Otolina o el Profesor Machado, que hubiesen tenido prístina la idea de “Nación Venezolana”, con diferentes subsidios se hubiera apoyado el desarrollo de la explotación e industrialización del hierro en los años 70, posiblemente hoy día, la industria del hierro estaría siendo dominada por Rusia y Venezuela (a pesar de las malas políticas aplicadas, Venezuela llegó a ser el segundo país exportador de hierro en los 80, a pesar de lo mal que lo hacían nuestros gobernantes).
Hoy día la explotación del hierro estaría manejándose por “Libre Mercado” con un sector fabril con un excelente desarrollo, dejando que la minería en el país se explotara al máximo, con tecnología de punta, con muchas empresas extranjeras sosteniendo la competencia y pagando los aranceles al país para su mantenimiento y desarrollo, permitiendo que esta industria “exitosa” del hierro, pueda financiar el desarrollo de otros materiales del futuro como el Torio, el cual necesita China para el desarrollo de sus generadores nucleares el cual explotan en Venezuela como parte de su estrategia del GO.
Podríamos desarrollar la explotación del Torio a través de “subvenciones” y desarrollo nacional de tecnología para la explotación y el uso del Torio mientras se retiran las subvenciones a la industria del hierro considerando que es un sector fabril que luego de 15 o 20 años de apoyo financiero del Estado, se ha vuelto madura, autosustentable, exitosa y forma parte de la estructura de desarrollo de la nación.
Lamentablemente esto nunca pasó y a sí como no ocurrió en Venezuela, tampoco ocurrió en España, ni en Argentina ni en la pobre Cuba la cual antes de la llegada del maldito de Fidel Castro y su despreciable revolución cubana era una nación pujante, llena de vida, con un futuro muy prometedor hasta la llegada del comunismo que sólo ha traído muerte y miseria doquier se practica.
Es todo por ahora, nos seguimos viendo la próxima semana, espero también que puedan indagar por sus propios medios si el tiempo entre el trabajo, la esposa y los hijos se lo permiten.
Y recuerda, un adulto es el concepto razonado de lo que le conviene y la izquierda, no le conviene a los héroes de verdad.
Que Dios los bendiga.